Marry Me

Viaja con tus amigos: nada como viajar alrededor del mundo a disfrutar de todo lo que tiene para ofrecernos y más aún si podemos tener a nuestros amigos al lado. No dejes que los años pasen, ya que mientras más tiempo dejes pasar, más difícil será reunirte con ellos.

Consigue un trabajo que te consuma: a veces necesitamos de un trabajo que absorba todo nuestro tiempo, que sea demandante y gratificante a la vez. La experiencia de trabajar de esta manera hará de nosotros no solo mejores profesionales, sino también personas más capaces de enfrentarse a la vida en general.

Ten una cita a ciegas: es posible que las críticas generales no sean las mejores, pero es una divertida experiencia que vale la pena tener. Nada mejor que una buena historia que contar –sin importar que tan embarazosa sea–.

Elige un deporte o algún ejercicio: la soltería sin duda es el mejor momento para cuidar de nosotros mismos, es un momento de renacimiento y cuidado de nuestra persona, nada mejor que sentirnos bien por dentro y por fuera.

Viaja en crucero: es una experiencia verdaderamente fabulosa, es totalmente diferente de hacer un tour o viajar en avión. La tranquilidad que aporta estar en mar abierto conociendo las más exóticas islas del mundo, es un sentimiento inexplicable.

Permite que te rompan el corazón así sea una vez: por más extraño que suene, ser herido por un desamor puede ser una gran enseñanza, nos enseña qué fue mal en esa relación y qué hacer para evitar que suceda de nuevo.

Vive solo: nada mejor que salir de la comodidad de la casa de tus padres para aventurarte a vivir solo. Tener un poco de independencia para descubrir quiénes somos y qué queremos hacer, es una decisión acertada antes de vivir con alguien más.

Consigue un hobby: quizás no hayas descubierto tu hobby pero tener uno es muy saludable para el desarrollo de la persona. Bien sea escribir, leer libros, coser e incluso cocinar; todas son válidas, escoger una actividad que sea terapéutica y relajante, nos hace centrarnos, ser más felices y aprender a balancear las responsabilidades con los momentos de gozo.

Vete en una aventura: haz algo verdaderamente riesgoso, lanzarte en parapente, bungee jump, skinny dipping o lo que sea, aprende a sobrepasar tus límites así sea una vez.

Pasa unas vacaciones largas con tu familia: una vez que crecemos, trabajamos y vivimos solos, tendemos a dejar a nuestra familia de lado. Sería de esperarse que al casarse todo esto se intensificara más. Por esta razón, antes de dar el gran paso, pasa una última gran vacación con tus padres, quiérelos y disfruta de su compañía.

Viaja con tus amigos: nada como viajar alrededor del mundo a disfrutar de todo lo que tiene para ofrecernos y más aún si podemos tener a nuestros amigos al lado. No dejes que los años pasen, ya que mientras más tiempo dejes pasar, más difícil será reunirte con ellos.

Consigue un trabajo que te consuma: a veces necesitamos de un trabajo que absorba todo nuestro tiempo, que sea demandante y gratificante a la vez. La experiencia de trabajar de esta manera hará de nosotros no solo mejores profesionales, sino también personas más capaces de enfrentarse a la vida en general.

Ten una cita a ciegas: es posible que las críticas generales no sean las mejores, pero es una divertida experiencia que vale la pena tener. Nada mejor que una buena historia que contar –sin importar que tan embarazosa sea–.

Elige un deporte o algún ejercicio: la soltería sin duda es el mejor momento para cuidar de nosotros mismos, es un momento de renacimiento y cuidado de nuestra persona, nada mejor que sentirnos bien por dentro y por fuera.

Viaja en crucero: es una experiencia verdaderamente fabulosa, es totalmente diferente de hacer un tour o viajar en avión. La tranquilidad que aporta estar en mar abierto conociendo las más exóticas islas del mundo, es un sentimiento inexplicable.

Permite que te rompan el corazón así sea una vez: por más extraño que suene, ser herido por un desamor puede ser una gran enseñanza, nos enseña qué fue mal en esa relación y qué hacer para evitar que suceda de nuevo.

Vive solo: nada mejor que salir de la comodidad de la casa de tus padres para aventurarte a vivir solo. Tener un poco de independencia para descubrir quiénes somos y qué queremos hacer, es una decisión acertada antes de vivir con alguien más.

Consigue un hobby: quizás no hayas descubierto tu hobby pero tener uno es muy saludable para el desarrollo de la persona. Bien sea escribir, leer libros, coser e incluso cocinar; todas son válidas, escoger una actividad que sea terapéutica y relajante, nos hace centrarnos, ser más felices y aprender a balancear las responsabilidades con los momentos de gozo.

Vete en una aventura: haz algo verdaderamente riesgoso, lanzarte en parapente, bungee jump, skinny dipping o lo que sea, aprende a sobrepasar tus límites así sea una vez.

Pasa unas vacaciones largas con tu familia: una vez que crecemos, trabajamos y vivimos solos, tendemos a dejar a nuestra familia de lado. Sería de esperarse que al casarse todo esto se intensificara más. Por esta razón, antes de dar el gran paso, pasa una última gran vacación con tus padres, quiérelos y disfruta de su compañía.