Gwen Cummings es una periodista de éxito a quien le gusta mucho beber y divertirse en compañía de su novio y sus numerosos amigos. El problema es que no sabe poner límites a su propio comportamiento. Cuando en la boda de su hermana aparece bebida y decide coger prestada la limusina y se estrella contra el porche de una casa, deberá ingresar en una clínica de rehabilitación fuera de la ciudad, por un período de 28 días. Una vez dentro de la clínica de rehabilitación, Gwen tratará de dar un giro radical a su vida e intentará superar su adicción al alcohol y las drogas. Dentro de la clínica estará rodeada de un grupo de internos con un sentido del humor muy especial.