Tras un viaje de negocios, Will Randall (Jack Nicholson) vuelve a su casa en coche, por un camino nevado, en una noche de luna llena, cuando atropella a un animal. Al salir del coche ve que es un lobo y que parece estar muerto. Al acercarse al animal, de pronto le muerde en la mano y sale corriendo. Will vuelve a meterse en el coche y continúa su viaje. Ya en la ciudad, Will empieza a notar extraños cambios en su cuerpo y empieza a adoptar una actitud particular.