Cuando un ex jugador de fútbol americano, Paul "Wrecking" Crewe (Adam Sandler) termina en la cárcel por un incidente de manejo bajo la influencia del alcohol, se convierte en la pieza central de un plan único ideado por el artero guardia (James Cromwell) para divertir a los empleados de la prisión. Crewe debe escoger un equipo de convictos que se enfrentará a los sádicos guardias en un juego de fútbol lleno de testosterona. Crewe, junto con el legendario entrenador Nate Scarborough (Burt Reynolds) y el celador (Chris Rock), se prepara para demostrarle a los guardias que están locos en esta agresiva comedia en donde se aceptan las apuestas y los límites entre lo bueno y lo malo se romperán fácilmente.